INTRODUCCIÓN:
Entre las distintas acepciones que podemos encontrar en el diccionario para el término debatir, encontramos que es acción la siguiente: "Discutir, disputar sobre diversas ideas, contender y alegar razones contra el parecer de alguien". En este sentido, se puede decir que el concepto del debate puede ser muy amplio pero nosotros lo reduciremos al debate en el aula.
TAREA:
Para este tipo de debate (no televisivo), no se trata, por tanto, de crear espectáculo sino aprendizaje, por lo que no primaremos la necesidad de llevar la razón. Hay que tener en cuenta que cualquier opinión, nacida desde el respeto, es válida y razonable. De este modo, lo único que importa será escuchar y aprender de todos.
Para llevar a cabo este proceso, es necesaria la diversidad de opiniones ya que si todos los participantes concurren en la misma crítica subjetiva no será posible su realización. Por otra parte, el tema objeto de discusión deberá ser de interés de todos los participantes para que se suscite el interés en la motivación.
A continuación, se presentan algunos de los temas posible (lista que podrá ser ampliada):
- La telebasura
- La inmigración
- Las redes sociales
- Las descargas audiovisuales con derechos de autor
- El uniforme en el colegio
- Prohibido fumar
- El canon de la SGAE
- El velo
- Los toros
PROCESO:
Para poder llevar a cabo esta empresa, será necesario tener claros algunos conceptos que sin ellos no sería posible:
No se trata de un debate televisado que busca el entretenimiento mediante el conflicto más mordaz; busca más bien el aprendizaje.
Hay que respetar el turno de palabra y hablar de uno en uno (autocontrol). Prestar atención y no tener prisa en contestar son dos elementos necesarios para la consecución del debate.
No se aplaude, no se silba, no se grita, se aprovecha ese tiempo para preparar una contraofensiva (primero piensa y luego habla). No hay que destrozar las valoraciones de los oponentes sino desarrollar los nuestros.
El tema de debate debe conocerse o haber sido preparado previamente para poder defenderlo con mayor vehemencia. No hay que realizar un ejercicio de improvisación. Ser claros y directos en todas las intervenciones. Procurar no hacer exposiciones largas, ni interrumpir a los compañeros ni desviarse del tema central.
Algunas premisas a tener en cuenta:
- Escucha sin interrumpir. Levantar la mano antes, no después de hablar. Esto supone agilidad y rigor en quien da la palabra.
- No gritar sin necesidad. No tiene más razón el que más grita.
- Ponerse en lugar del otro. Dialogar no es sólo "dejar hablar".
- Respeta y te respetarán. No insultes, se puede disentir sin herir. Los métodos son la semilla de los fines.
- Lo bueno, si es breve, será aun más bueno. Sé directo y sincero. No repitas algo ya dicho ni te hagas adivinar.
- Sé constructivo. Los sectores subdesarrollados trabajan más con la cabeza: se lamentan, pero no se organizan.
- No hagas grandes problemas de pequeños. La gente inteligente no crea problemas, los resuelve.
- Actor, no espectador. No te sientas cohibido ni pasota. Participa.
- Opina en su momento. No esperes a la salida, o será tarde.
Cuando quedan claros estos conceptos, se puede empezar con el desarrollo del debate que incluye los siguientes apartados:
Seleccionar un tema entre todos los alumnos.
Hacer dos grupos, más o menos equitativos posicionándose a favor o en contra del tema a tratar.
Preparar los argumentos para defender el tema.
Durante el resto de la clase, ambos grupos intentarán defender su posición frente a la de sus compañeros.
Al final del debate, cada uno podrá exponer su opinión, coincidentes o no con el papel teatral desarrollado en el debate.
RECURSOS:
Uno de los aspectos a tener en cuenta, aparte de las normas de actuación, es el conocimiento del tema que será objeto de debate. Para ello, será necesario habérselo preparado previamente en casa a través de todos los recursos que allí podamos tener disponibles: internet, diccionarios, enciclopedias, revistas de investigación, etc. Darán a nuestras intervenciones un mayor calado y rigor.
Otro apartado que debemos tener en cuenta son las estructuras lingüísticas que se pueden emplear en esta actividad:
- Estoy de acuerdo con... / Me parece bien que...
- No estoy de acuerdo con... / No me parece bien que...
- Creo que... / Considero que... / Me parece que...
- No creo que... / No considero que...
- Desde el punto de vista de... / Desde mi punto de vista...
- No es normal que...
- Me sorprende que... / Es extraño que...
- Me gustaría que... / Me encantaría que...
- Para mí... / Para nosotros...
- En mi opinión...
EVALUACIÓN:
El moderador tomará nota de las intervenciones y el maestro calificará el trabajo realizado por cada uno de los intervinientes según haya respetado las pautas marcadas. Interactuar será fundamental para la valoración y cómo se desarrolle esa interacción el objetivo de esta actividad.
CONCLUSIÓN:
El debate en el aula debe servir de un ejercicio de absoluto aprendizaje a distintos niveles. Con ello, se fomentará el respeto, la confianza, la adquisición de conocimientos, el trabajo en equipo, la disciplina, la interacción, la participación y muchos otros elementos que son útiles para el trabajo en el aula y fuera de ella. Además, ayuda a expresarse en público, entrena para la tolerancia, humaniza la relación profesor-alumno, educa para las situaciones conflictivas, profundiza el descubrimiento de los otros, reduce el fracaso escolar, es nexo vital con mi yo y mi circunstancia, predispone para la democracia planetaria, multiplica el interés por la prensa escrita, clarifica los valores sociales.
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